- 17 de abril de 2025
Tras casi cuatro años de su desaparición, las autoridades hallaron los restos de Rafael, un niño de 12 años, enterrados en la casa donde vivía con su padre y su madrastra, presuntos responsables del crimen.

Después de casi cuatro años de búsqueda e incertidumbre, autoridades del estado de Puebla confirmaron el hallazgo de los restos óseos de Rafael, un niño de 12 años reportado como desaparecido desde el 6 de octubre de 2020.
Su cuerpo fue encontrado enterrado en el patio de la casa donde vivía junto a su padre y su madrastra, en la colonia Playas del Sur, en la capital poblana. Ambos han sido señalados como los presuntos responsables del crimen y de haber simulado su desaparición.

El hallazgo ocurrió el pasado lunes 14 de abril, tras un operativo encabezado por la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Puebla, con apoyo del Cuerpo de Bomberos. Los equipos ingresaron a la vivienda ubicada sobre la calle Río Grijalva y, utilizando maquinaria pesada, realizaron excavaciones que permitieron localizar restos humanos a varios metros de profundidad.
Según las primeras indagatorias, Rafael habría sido víctima de maltrato dentro de su entorno familiar y posteriormente asesinado. Aunque las versiones iniciales no terminan de convencer a las autoridades, todo apunta a que su cuerpo fue ocultado en el mismo sitio donde vivía con sus presuntos agresores.
Una desaparición simulada
En su momento, la desaparición fue reportada por la madrastra del menor, quien declaró que el niño había salido a comprar una lata de frijoles y no regresó. Esa versión activó una Alerta Amber, pero durante años no se obtuvieron avances relevantes en la investigación.
Teresa, madre biológica de Rafael, señaló que, tras su separación del padre del menor, ambos iniciaron nuevas relaciones y su hijo optó por quedarse con él. Días después de la denuncia, ella acudió a la casa a buscar al niño, pero su expareja le impidió el paso y la agredió. Poco después, se enteró por otros familiares de que el padre, la madrastra y las hijas de esta habían abandonado el domicilio con equipaje.
Tres intervenciones y ninguna pista... hasta ahora
La Comisión de Búsqueda realizó una primera inspección en la vivienda el 3 de noviembre de 2020, sin encontrar pruebas que ayudarán a esclarecer el caso. En una segunda intervención, un año y medio después, las autoridades utilizaron binomios caninos y realizaron excavaciones, también sin éxito.
Durante todo ese tiempo, Alfredo Huerta Arroyo, padre de Rafael, ya se había mudado del lugar junto con su pareja y las hijas de ella. La casa quedó vacía, pero seguía siendo el principal punto de referencia en la búsqueda.
Finalmente, en el operativo más reciente, las autoridades encontraron los restos del menor, enterrados justo en el sitio que desde el inicio había sido señalado. Las investigaciones continúan para esclarecer los hechos y deslindar responsabilidades.

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