"BÚSQUELA PARA AYUDARLA"
Ricardo Salinas Pliego ordena a su gente contactar a doña Carlota
El empresario mexicano pide a su equipo legal contactar a la mujer que mató a dos hombres en Chalco, presuntamente en defensa de su hogar
Hace unos días, una abuelita de Chalco, Estado de México, se convirtió en el rostro de un caso que ha desatado debate nacional sobre la legítima defensa, la justicia por propia mano y la inseguridad. Ricardo Salinas Pliego, uno de los empresarios más polémicos del país, ha salido públicamente en su defensa y ha pedido ayuda para localizar a Carlota "N", ya que ordenó a su equipo legal contactarla para ofrecerle ayuda.
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El magnate, dueño de Grupo Salinas y presidente de TV Azteca, usó su cuenta oficial en X para expresar su postura sobre el caso de doña Carlota, la mujer de la tercera edad que fue detenida tras disparar y matar a dos hombres el pasado 2 de abril. Según testimonios de los vecinos y otros testigos, los hombres habrían ocupado su vivienda ilegalmente, lo que motivó su reacción violenta.
En un mensaje Salinas Pliego escribió:
"Voy a pedirle a mi equipo legal que se ponga en contacto con la señora para ayudarla, hay que establecer un precedente: en este México corrupto en el que vivimos, DEBEMOS y TENEMOS EL DERECHO de defender nuestra propiedad y a nuestras familias, porque los delincuentes que nos gobiernan NO HACEN SU TRABAJO, no garantizan nuestra seguridad y los derechos humanos solo sirven para proteger a los criminales".
Además, invitó a sus seguidores a sumarse a lo que llamó "el lado del bien":
"Si están de acuerdo y quieren unirse a la defensa del derecho a protegernos y proteger nuestra propiedad, son bienvenidos al lado del bien".
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El momento que sacudió la opinión publica
Las imágenes muestran el momento en que doña Carlota "N" llega a una vivienda acompañada de dos personas, un hombre y una mujer. El trío desciende de un vehículo gris estacionado frente a la casa. La tensión crece cuando inicia una discusión entre los recién llegados y varios sujetos que ya se encontraban dentro de la propiedad.
En medio del altercado verbal, la mujer saca un arma de fuego que llevaba oculta entre su ropa y comienza a disparar. Primero hiere a uno de los hombres que participaba en la confrontación. Cuando otros intentan intervenir, la mujer vuelve a accionar el arma, hiriendo mortalmente a un segundo individuo, más joven. Ambos fallecieron por las heridas.
Las imágenes causaron conmoción, no solo por la crudeza del acto, sino por el contexto que poco a poco se fue revelando: presuntamente, los hombres asesinados habían invadido la casa de la mujer, quien habría intentado en repetidas ocasiones recuperar su propiedad por medios legales sin obtener respuesta de las autoridades.
Una mujer desesperada por justicia
Aunque las investigaciones oficiales aún no concluyen, en redes sociales comenzaron a circular testimonios de vecinos que aseguran que doña Carlota llevaba meses intentando recuperar su casa, que supuestamente fue tomada por individuos que se negaban a desalojarla.
Así mismo señalaron que la mujer habría denunciado la ocupación ilegal ante las autoridades correspondientes, sin éxito. Esta supuesta omisión habría llevado a doña Carlota a tomar la justicia en sus propias manos. Otros, en cambio, han advertido sobre el peligro de romantizar o justificar un acto tan extremo, recordando que el uso de la fuerza debe ser el último recurso y en condiciones que justifiquen la legítima defensa.
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Salinas Pliego toma postura
No es la primera vez que el empresario se pronuncia sobre temas sociales o políticos. En diversas ocasiones ha sido crítico con las instituciones gubernamentales, acusándolas de corrupción, ineficacia e indiferencia hacia los ciudadanos comunes. Su postura en el caso de doña Carlota, sin embargo, va más allá del comentario: implica la acción de involucrar a su equipo legal para brindar apoyo.
"Tenemos que sentar un precedente", insistió en su publicación. "No podemos permitir que nos arrebaten lo que es nuestro mientras el gobierno protege a los criminales".
Mientras la Fiscalía del Estado de México continúa con las indagatorias para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades legales, doña Carlota se ha convertido en un símbolo, para unos, de la desesperación y el hartazgo social; para otros, del peligro de tomar la justicia en las propias manos.
El apoyo público de Salinas Pliego añade otro punto de atención al caso. Más allá de lo jurídico, la historia de esta mujer ha abierto una conversación nacional sobre la impunidad, la propiedad privada, el abandono institucional y la capacidad, o falta de ella, del Estado mexicano para proteger a sus ciudadanos.
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