Muere Leo Beenhakker, leyenda del Real Madrid y del América

Leo Beenhakker, uno de los entrenadores más influyentes en la historia reciente del fútbol europeo, falleció este jueves a los 82 años. El neerlandés dirigió a clubes icónicos como Ajax, Feyenoord, Real Madrid y al menos cuatro selecciones nacionales, dejando huella por su estilo ofensivo y su lealtad al fútbol total.

El estado de salud de Beenhakker era motivo de preocupación desde hace tiempo. "Realmente no se siente bien, ya no sale de casa", dijo hace unos meses Rob Jansen, agente y amigo del técnico. René van der Gijp añadió: "Siempre le digo: ´Llévate a Leo contigo´. Pero siempre se niega. Es muy triste".

Nacido el 2 de agosto de 1942 en Róterdam, Leo Beenhakker no fue una estrella como jugador, pero desde el banquillo escribió capítulos fundamentales en la historia del fútbol. Desde los campos de entrenamiento del Feyenoord hasta los vestuarios del Santiago Bernabéu, su nombre quedará grabado como sinónimo de disciplina, carácter y amor por el juego.

El arquitecto de la Quinta del Buitre

Fue con el Real Madrid donde Beenhakker alcanzó la cima de su carrera. Llegó en 1986 tras la salida de Luis Molowny y llevó a la mítica Quinta del Buitre a lo más alto del fútbol español, consiguiendo un tricampeonato de liga —la última vez que un técnico lo ha logrado con el club blanco—, además de una Copa del Rey y una Supercopa.

"Don Leo", como le apodaban, dirigió a figuras como Hugo Sánchez, Emilio Butragueño, Míchel, Rafael Gordillo y Bernd Schuster en una época brillante para el equipo merengue.

Aunque la Copa de Europa se le resistió, el legado de Beenhakker quedó intacto. La derrota por 5-0 en San Siro ante el Milan en 1989 marcó su despedida del Madrid, pero no eclipsó el impacto de su gestión.

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Único con doble corona en Países Bajos

Beenhakker es el único entrenador que ha ganado la Eredivisie con los dos gigantes neerlandeses: Ajax (1979-80, 1989-90) y Feyenoord (1998-99). Su primer gran logro como técnico llegó precisamente con el Ajax, donde retomó el estilo de Rinus Michels —a quien consideraba su maestro— y devolvió al club a la cima del fútbol holandés e internacional.

En total, dirigió a 11 clubes y cuatro selecciones. Con los Países Bajos participó en el Mundial de Italia 1990, y más tarde clasificó a Trinidad y Tobago al Mundial de Alemania 2006, su primera Copa del Mundo. En 2007 llevó también a Polonia a la Eurocopa por primera vez en su historia.

Paso por México y controversia en el América

En México, Beenhakker tuvo dos etapas como técnico del Club América. La primera, en 1994, estuvo marcada por un fútbol ofensivo pocas veces visto en la liga local. Con figuras como Zague, Joaquín del Olmo y Cuauhtémoc Blanco, el equipo volaba alto, pero el neerlandés fue destituido de forma repentina cuando el club era líder general.

Años después reveló lo que muchos sospechaban: su salida se debió a que se negó a excluir a Del Olmo del equipo. "El entonces presidente del América, Emilio Diez Barroso, le ordenó al neerlandés no alinear a Joaquín del Olmo, Beenhakker al negarse y ponerlo a jugar, fue contactado... ´para que hiciera maletas´".

También dirigió brevemente al Guadalajara, con quien protagonizó un clásico memorable venciendo al América 3-2 en el Estadio Azteca.

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