- 23 de noviembre de 2024
Martha M. Place fue sentenciada a muerte tras asesinar a su hijastra
En la noche del 8 de abril de 1899, la prisión de Sing Sing en Nueva York fue escenario de un evento sin precedentes en la historia de Estados Unidos: la ejecución de Martha M. Place, la primera mujer condenada a muerte mediante la silla eléctrica.
Su caso, rodeado de violencia, controversia y debate, marcó un hito en el sistema judicial estadounidense y dejó una huella imborrable en la opinión pública.
El crimen que conmocionó a Brooklyn
Martha M. Place, nacida en 1849 en Nueva Jersey, fue acusada y condenada por el asesinato de su hijastra, Ida Place, de 17 años. Según los registros judiciales, el 7 de febrero de 1898, Martha atacó a Ida rociándole ácido en el rostro y luego la asfixió en su hogar en Brooklyn. Su esposo, William Place, también fue atacado con un hacha, pero sobrevivió y testificó contra ella.
Según la confesión parcial que la propia Martha realizó ante el capitán de policía de la Estación de Ralph Avenue, el conflicto inició después de que tuviera un altercado con su esposo. Tras tomar un par de copas de Whisky y vino, entró a la habitación de Ida M. Place para hablar con ella, sin embargo, la joven le habría cerrado la puerta en la cara, hecho que "volvió loca" a Martha.
Sin pensarlo, la acusada corrió al escritorio de su marido, tomo un recipiente que tenía ácido y se lo lanzó en el rostro a Ida. Posteriormente, bajó al sótano y tomó el hacha para defenderse de una posible reacción de su esposo. Cuando este llegó a su casa, sin pensarlo, la mujer atacó William.
Ambos fueron llevados al hospital S.T Marry´s., de donde la acusada fue dada de alta al siguiente día. Se dice que Martha fue obligada a volver a su casa y mirar el cadáver de su hija, quien yacía muerta.
Los motivos detrás del crimen apuntaban a una relación tensa entre Martha e Ida, marcada por celos y resentimientos. Durante el proceso judicial, la defensa intentó alegar que Martha sufría de problemas mentales, pero el jurado no quedó convencido. Fue sentenciada a muerte, una decisión que generó intensas reacciones en un país donde las ejecuciones de mujeres eran extremadamente
La silla eléctrica: un método novedoso y controvertido
La silla eléctrica, introducida por primera vez en 1890, era vista como un avance tecnológico para aplicar la pena de muerte de manera "rápida y menos dolorosa". Sin embargo, su uso en el caso de Martha Place generó un amplio debate, especialmente por ser una mujer la condenada.
El día de su ejecución, Martha vestía un vestido gris sencillo. Para adaptarse al procedimiento, los verdugos cortaron parte de su cabello para colocar los electrodos. A pesar de las súplicas de clemencia, la sentencia fue cumplida. Testigos de la ejecución reportaron que el proceso fue rápido, pero el impacto social fue duradero.
A las 11:01 de la mañana se efectuó la primera descarga eléctrica, duró cuatro segundos y tuvo una magnitud de 1760 de voltaje. Luego, una segunda descarga fue emitida por casi 56 segundos con una tensión de 200 voltios. Muy probablemente, para esta segunda descarga Martha ya habría estado muerta.
Como era costumbre en la prisión, el procedimiento se repitió. La hora de la muerte oficial se decretó a las 11:05 horas. Según el testimonio, recopilado por el diario The New York Times, sus últimas palabras fueron "ayúdame señor".
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