- 13 de septiembre de 2024
En el proceso de excavación, precisó la CFE, se han invertido 11 mil 928 horas de trabajo ininterrumpido, con una plantilla de 303 trabajadores.
Después de 536 días, los cuerpos de los 10 mineros sepultados en el derrumbe de un pozo de carbón en Sabinas, Coahuila, el 3 de agosto de 2022, vuelven a ver la luz poco a poco. A casi un mes desde el inicio de las intensas labores de recuperación de los mineros El Pinabete, el gobierno federal y la fiscalía del estado han dado a conocer la localización de cuatro restos óseos, correspondientes a cuatro trabajadores fallecidos.
Los dos primeros cuerpos aparecieron el 27 de diciembre, a un metro y medio de distancia uno del otro. Dos días después, los equipos de rescate, encontraron el tercer cadáver. Tuvieron que pasar más de dos semanas para dar con el cuarto.
Aunque los restos todavía no se han identificado, las autoridades señalan que se "dará inicio inmediato al proceso de identificación para proporcionar certeza a las familias afectadas". No obstante, estiman dar con el resto de los trabajadores, atrapados a más de 60 metros bajo tierra desde hace más de un año y medio, en el plazo de un mes.
CFE presenta avances en los trabajos de recuperación
La recuperación de los cadáveres tardó cuatro meses en comenzar. En diciembre de 2022, la CFE comenzó a dinamitar el suelo para abrir un enorme tajo. El principal problema era que las galerías seguían inundadas de agua, el principal obstáculo a batir durante todo este tiempo. Se retiraron ma´s de cinco millones de toneladas de tierra y roca para horadar los 62 metros que separaban la superficie de los mineros. Esa labor se extendió un año, hasta que el pasado diciembre comenzaron las labores manuales para llegar a los cuerpos.
En el proceso de excavación, precisó la CFE, se han invertido 11 mil 928 horas de trabajo ininterrumpido, con una plantilla de 303 trabajadores, así como se han excavado más de 2.37 millones de metros cúbicos de suelo y roca, equivalentes a 5 millones de toneladas de material y extraído más de 1.6 millones de metros cúbicos de agua.
Tras el incidente, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió recuperar los cuerpos en unos meses, pero en junio pasado reconoció que el proceso tardaría hasta 2024.
El derrumbe reactivó la polémica en México por la actuación de las mineras en la región carbonífera, donde se han registrado más de 100 muertes de personas dedicadas a la minería, de acuerdo con la Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de fallecidos en el derrumbe de 2006 en la mina de ese nombre.
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