- 01 de octubre de 2024
La adolescente era una amante de la escuela y del boxeo, deporte en el que se había destacado en los últimos años.
El 18 de septiembre, Ariday Rendón Zamora, de apenas 14 años de edad, dio las buenas noches a su tía y a su madre como cualquier otro día. Luego tomó en brazos a su hermano de 9 meses y se fue a dormir con él en su cuarto. Nadie imaginó que esa sería la última vez que la verían con vida tras ser víctima de feminicidio. La joven jamás despertó, dejando una profunda tristeza entre sus seres queridos.
Nació el 6 de marzo de 2010 en Tecate, Baja California, una pequeña ciudad fronteriza de 108 mil habitantes en el noroeste de México. Hija de Édgar Rendón Cota e Ibeth Zamora Rentería, quienes la recibieron cuando apenas eran jóvenes de 17 años. Pese a las dificultades, Ibeth, una madre valiente y autónoma, dedicó su vida a sacar adelante a su hija, con el apoyo incondicional de su familia. Édgar también se unió a su crianza, aportando su ayuda.
Desde muy pequeña. Ariday destacó en todo lo que se proponía. Disfrutaba de los deportes y del estudio, mostrando siempre una gran disciplina. Sus esfuerzos no pasaron desapercibidos, y con el tiempo obtuvo múltiples reconocimientos por sus logros tanto académicos como deportivos. No había limites para los sueños de la joven promesa.
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El boxeo era su deporte esencial
Cursaba el tercer año de secundaria en la Escuela Francisco I. Madero, mientras combinaba sus estudios con su gran pasión: el boxeo. Entrenaba en el Club Popeye y Castillos, donde la apodaban "La Cobrita", debido a su rapidez y destreza en el ring. Ariday soñaba en convertirse en criminóloga, pero en el deporte también figuraba para un futuro sumamente prometedor.
El pasado 7 de septiembre se disputó su última pelea de boxeo. Sus familiares estuvieron presentes para apoyarla, como en todas las ocasiones "La Cobrita", como la conocían en su club, era muy querida por sus compañeros y entrenadores, quienes veían en ella a una joven con un futuro brillante en el boxeo.
Hace apenas unos meses, Ariday vivió por primera vez el amor en la juventud. Comenzó una relación con Carlos, un joven de también 14 años, con quien compartió un breve, pero tierno romance. Él fue su primer y único amor, un vínculo inocente y especial en la vida llena de alegría, esperanza y futuro prometedor que la joven poseía.
La repentina pérdida de Ariday ha conmocionado a su familia, amigos y la comunidad de Tecate. Su vida, llena de sueños y promesas, se apagó demasiado pronto, pero su recuerdo y legado perdurarán en aquellos que la conocieron y amaron: mientras que su madre lucha insaciablemente para dar con el hombre que le quitó a su hija mientras ella cuidaba a su pequeño hermano.
¿Qué pasó con Ariday Rendón?
Cuando la joven estaba en su cuarto un hombre con el rostro cubierto entró por la puerta trasera, ya que se encontraba abierta. De manera sigilosa, el presunto asesino subió a los cuartos y en uno de ellos encontró a Lizeth, tía de la menor, a quien le apuntó con un arma de fuego y le preguntó por ella.
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Sin responder, el agresor se dirigió al cuarto de Ibeth, madre de la adolescente, quien en primera instancia creyó que era su hija intentando entrar para dejar a su hermanito, pero al escuchar a su hermana preguntar "¿Quién eres?", se puso de inmediato en alerta.
Pese a que nadie le dijo donde se encontraba Ariday, el sujeto avanzó en la casa y pudo dar con la estudiante de secundaria a quien le disparó directamente en la frente. Posteriormente, se volteó con la madre de 31 años y también disparó en dos ocasiones, sin tener éxito.
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