- 16 de abril de 2025
EE.UU. reveló que La Nueva Familia Michoacana utiliza las tiendas de ropa de segunda mano en la frontera con México para sus negocios con el narcotráfico.

Los métodos utilizados por el crimen organizado parecieran cada vez más sofisticados y mejor pensados. El gobierno de Estados Unidos sancionó a cuatro integrantes del cártel mexicano La Nueva Familia Michoacana por lavar dinero proveniente del narcotráfico mediante la venta de ropa usada en la frontera. El esquema, encabezado por Adita Hurtado Olascoaga, hermana de los líderes del grupo criminal, consistía en importar ropa de segunda mano para venderla en México.
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El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), anunció una nueva ofensiva contra La Nueva Familia Michoacana (LNFM), uno de los cárteles mexicanos más violentos y con creciente influencia transfronteriza. Esta organización fue calificada como Organización Terrorista Extranjera y Terrorista Global Especialmente Designado por su historial de violencia, tráfico de drogas y otros crímenes.
Entre los principales implicados de las sanciones se encuentran los hermanos Johnny "El Pez" Hurtado Olascoaga y José Alfredo "El Fresa" Hurtado Olascoaga, señalados como los máximos líderes del grupo, así como otros dos de sus hermanos: Ubaldo, quien opera como jefe de sicarios y responsable de extorsiones, y Adita, señalada como la principal operadora financiera.
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De acuerdo con el comunicado oficial, LNFM opera principalmente en los estados mexicanos de Michoacán y Guerrero, desde donde trafica drogas como fentanilo, cocaína, heroína y metanfetaminas hacia EE.UU. Sin embargo, además de estas actividades, el cártel ha diversificado sus operaciones en busca de esquemas más discretos para el lavado de dinero.

El papel de Adita Hurtado "La Venadita"
Adita Hurtado Olascoaga alias "La Venadita", quien hasta ahora se mantenía fuera del radar, es identificada por las autoridades estadounidenses como la responsable de un sistema de blanqueo de capitales, o mejor conocido como lavado de dinero, basado en la venta de ropa usada. De acuerdo con la investigación, la estrategia consiste en adquirir ropa de segunda en EE.UU., transportarla al norte de México y venderla en tiendas ubicadas cerca de la frontera. Las ganancias obtenidas, aparentemente legítimas, se utilizaban para financiar las operaciones del cártel.
Pero el rol de Adita no se limita a lo financiero. También se le acusa de haber transportado ilegalmente armas desde Estados Unidos hacia México, para abastecer a las células armadas de su organización en su lucha contra grupos rivales como el Cártel Jalisco Nueva Generación y así mantener el control en territorios estratégicos.

¿Cuáles son las sanciones?
Las sanciones impuestas por la OFAC implican el congelamiento de todos los activos que los cuatro hermanos puedan tener en Estados Unidos, así como la prohibición de que ciudadanos o empresas estadounidenses realicen transacciones con ellos. Cualquier violación a estas medidas puede implicar sanciones civiles o incluso penales.
"El gobierno de Trump continuará utilizando todas las herramientas a su disposición para desmantelar a organizaciones criminales como La Nueva Familia Michoacana, que perjudican a nuestras comunidades mediante el tráfico de drogas y la violencia", aseguró el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en el anuncio oficial.
Además de las sanciones, el Departamento de Estado ofreció recompensas por información que conduzca a la captura de los principales líderes del cártel: cinco millones de dólares por Johnny Hurtado Olascoaga y tres millones por José Alfredo.
Operaciones violentas
Ubaldo Hurtado Olascoaga, otro de los hermanos sancionados, está identificado como uno de los principales mandos operativos del cártel. Además de dirigir a los sicarios y coordinar extorsiones, está vinculado con la extracción ilegal de mercurio y uranio, materiales estratégicos que podrían ser utilizados con fines criminales o vendidos en el mercado negro para obtener ingresos adicionales.
La organización, según el Departamento del Tesoro, ha hecho uso de drones, bombas y armamento pesado en sus ataques tanto contra grupos rivales como contra fuerzas de seguridad mexicanas. "La Nueva Familia Michoacana actúa con total desprecio por la población civil", se lee en el informe.
También se les acusa de tráfico de personas, especialmente migrantes, a quienes utilizan como fuente de ingresos mediante extorsiones, secuestros y trabajo forzado.
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Ropa usada y narcotráfico: un esquema rentable
El uso del comercio informal, como la venta de ropa de segunda mano, para lavar dinero no es nuevo, pero el caso de Adita Hurtado pone en evidencia cómo estos métodos han evolucionado. Las "pacas" (como se conoce popularmente a los lotes de ropa usada importados de EE.UU.) son un negocio ampliamente extendido en México y con una alta demanda entre sectores de bajos ingresos.
El flujo constante de mercancía desde Texas hasta ciudades fronterizas como Reynosa o Matamoros permite una entrada continua de ingresos en efectivo, difícil de rastrear y perfecto para encubrir fondos procedentes del narcotráfico. Según expertos en crimen organizado, estos modelos representan una forma de "finanzas grises", donde lo ilegal se camufla bajo actividades aparentemente legales.
Con el reciente informe, sale a la luz que el crimen organizado ya no se limita a las rutas tradicionales del narcotráfico, sino que han aprendido a infiltrarse en sectores informales para financiar su maquinaria criminal, como o es la compra y venta de ropa de segunda mano.
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