A UN AÑO DEL FEMINICIDIO DE MARÍA JOSÉ
Cassandra, víctima de Miguel "N", habla de la llamada que les hizo antes de morir
Cassandra, madre de María José, revive el horror de aquel día y exige justicia, mientras denuncia la impunidad y el abandono institucional tras la muerte del feminicida serial de Iztacalco.
El 16 de abril de 2025 marcó un año desde el asesinato de María José, una adolescente de 17 años cuya muerte destapó la oscura historia de Miguel "N", señalado como feminicida serial en Iztacalco. Pero lo que debía ser un día de memoria y exigencia de justicia se tornó en un dolor más: días antes, el asesino murió en prisión sin haber sido juzgado.
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A un año del brutal feminicidio que le arrebató a su hija, Cassandra revive cada instante como si fuera ayer. María José fue asesinada dentro de su propia casa, donde creyó estar segura. El responsable, Miguel "N", fue arrestado gracias al heroísmo de su madre, quien luchó cuerpo a cuerpo para protegerla, quedando gravemente herida.
Pero el reciente fallecimiento de Miguel en el Reclusorio Oriente, tras una supuesta caída, dejó a la familia devastada y con más preguntas que respuestas. "Nos enteramos por las noticias. La fiscalía no tuvo la decencia de notificarnos primero", acusa Cassandra.
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Casandra no solo perdió a su hija: estuvo a punto de perder la vida. Recuerda vívidamente aquel día en que, tras escuchar un ruido en el cuarto de María José, la encontró siendo atacada por Miguel. Sin pensarlo, se lanzó a defenderla. "Luché con todo lo que tenía. Me apuñaló, me ahorcó. Pensé que moriría ahí", relató.
Desangrada y con una herida en el cuello, logró reunir las fuerzas suficientes para pedir ayuda. "Fue un milagro que sobreviviera. Abrí la puerta como pude". Sin embargo, para ella, la verdadera batalla apenas comenzaba.
12 años de impunidad
María José fue la última de muchas víctimas. Miguel "N" ya era un depredador, y su historial criminal abarca al menos doce años, tiempo en el que se mantuvo impune y camuflado entre sus vecinos. "Vivía arriba de nosotras. Era callado, parecía amable. Nunca sospechamos que era un monstruo", recuerda Cassandra.
Tras su captura, se reveló que el agresor estaba obsesionado con la joven. Lo confesó a la abogada de la familia: la vigilaba, conocía sus rutinas y esperó el momento perfecto para atacarla. "María José murió en su casa, en su espacio seguro. Y eso es lo que más duele".
La llamada antes del final: una burla más
Pocos días antes de su muerte, Miguel logró comunicarse con Fernanda, hermana de la víctima. Lo que pretendía ser un mensaje de arrepentimiento se convirtió en una provocación cruel. "Le dijo que estaba triste, que quería disculparse con su mamá. Pero luego se burló y le dijo: ´No me arrepiento de nada de lo que le hice a tu hermana´", relata Cassandra.
La familia desconoce cómo consiguió su número. Más grave aún, no entienden cómo un feminicida bajo custodia pudo contactarlas sin que existiera un protocolo de protección para víctimas. "¿Dónde están las garantías? ¿Dónde está el resguardo del estado?", cuestiona la hermana de Cassandra.
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La falta de justicia también golpea a los familiares de otras víctimas de Miguel "N", muchas de las cuales aún no han sido identificadas. "Al menos nosotras tenemos el cuerpo de María José. Las demás familias ni eso tienen. No saben dónde están sus hijas", dice.
Para la familia, la muerte del agresor no representa un cierre, sino una continuidad del abandono institucional. "La justicia no se puede acabar con la muerte del asesino. Aún hay delitos que investigar, más víctimas que buscar, verdades que revelar", exige la tía de María José.
El caso de María José es un retrato del México que duele. Donde las mujeres siguen muriendo cada día sin que el sistema judicial responda a tiempo. Donde muchas madres, como Casandra, tienen que convertirse en investigadoras, voceras y defensoras mientras lloran a sus hijas.
María José no volverá. Miguel "N" ya no está. Pero la herida sigue abierta. Su familia, lejos de encontrar consuelo, enfrenta la cruda realidad de una justicia que les falló. Hoy, a un año del crimen, lo único que piden es que no se olvide a María José.
Con información de NMás.
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