Crimen Organizado
La Mafia Venezolana y sus crímenes atroces contra sudamericanos en México
Una organización criminal que se expande por Latinoamérica; uno de sus crímenes de El Tren de Aragua es que pretende controlar la trata de mujeres en la CDMX.
La violencia y el horror no tienen fronteras y la Ciudad de México se ha convertido en el escenario de crímenes brutales perpetrados por El Tren de Aragua, una poderosa mafia venezolana que busca dominar la trata de mujeres en la capital mexicana. Los recientes y macabros asesinatos de Stephanie y Susej, dos jóvenes venezolanas encontradas calcinadas en Topilejo, revelan la implacable crueldad de esta organización criminal.
El Tren de Aragua, con presencia en Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos, es manejado por presidiarios y expresidiarios. En Ciudad de México, esta mafia ha sido vinculada con al menos cuatro homicidios, todos relacionados con el control de la trata de mujeres venezolanas en la famosa zona de Sullivan.
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Los crímenes del Tren de Aragua en la Ciudad de México
El terror sembrado por El Tren de Aragua se manifiesta en una serie de asesinatos que tienen en común la brutalidad y la búsqueda de control territorial para la explotación sexual. La historia de Alejandra, Antonio, Stephanie y Susej son ejemplos trágicos de esta violencia.
Alejandra Hernández: víctima del horror en Nezahualcóyotl
Alejandra Hernández, conocida como "Brisa", fue hallada sin vida a principios de julio en Nezahualcóyotl. Con tan solo 27 años, su vida fue arrebatada en circunstancias atroces. Alejandra era explotada sexualmente en la zona de Sullivan, en la alcaldía Cuauhtémoc, de donde fue raptada por un auto captado por cámaras del C5.
De acuerdo con las investigaciones, Alejandra fue llevada al Estado de México, donde finalmente fue asesinada y abandonada en la calle. Días después, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) localizó el vehículo involucrado y detuvo a uno de los implicados en su muerte.
Antonio Acevedo: un asesinato por encargo en Buenavista
La misma semana en que Alejandra fue asesinada, Carlos Acevedo, un venezolano residente en Ciudad de México, también encontró la muerte. El 7 de julio de 2024, Antonio fue asesinado a tiros en la colonia Buenavista. Su homicidio fue un encargo, según se descubrió tras la detención de su asesino, quien llevaba una foto de Antonio con la inscripción "Este es el responsable de la muerte de mi hermano".
Antonio fue acribillado mientras escribía en su celular en la esquina de Zaragoza y Mina. Gracias a la labor de inteligencia de la policía capitalina, los responsables fueron capturados pocas horas después.
Stephanie y Susej: el terrible destino de dos jóvenes venezolanas
El asesinato más reciente y quizás el más impactante es el de Stephanie y Susej, dos jóvenes amigas de Maracaibo, Venezuela. Aspirantes a modelos, cayeron en manos de una mafia que las explotaba sexualmente. Según información, ambas debían 15 mil dólares a sus captores, quienes no solo las prostituían, sino que las asesinaron, calcinaron y abandonaron en la zona boscosa de Topilejo, en la alcaldía Tlalpan.
Los detalles revelados sobre el caso, indican cómo los tatuajes casi intactos de una Chica Superpoderosa y un rosario en la mano con corazones fueron fundamentales para identificar a las jóvenes. Stephanie y Susej vivían en una casa rentada en la colonia Providencia, Azcapotzalco, sin muebles y bajo constante vigilancia.
El lunes 5 de agosto, dos trabajadoras sexuales fueron atacadas en la esquina de Aldama y Orozco y Berra, en Buenavista. Dos sicarios en una motocicleta dispararon contra un vehículo estacionado frente al hotel Portugal, en un ataque ligado a El Tren de Aragua.
Estos asesinatos son parte de la disputa por el control de la zona de Sullivan, donde mafias mexicanas y venezolanas luchan por dominar el tráfico y explotación de mujeres.
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¿Quiénes forman El Tren de Aragua?
El Tren de Aragua no es un fenómeno aislado en México. Esta mafia, originaria de Venezuela, se ha extendido a varios países de América Latina y Estados Unidos. Su estructura está compuesta principalmente por presidiarios y expresidiarios, lo que le da un carácter extremadamente violento y organizado.
En Brasil, el Tren de Aragua ha sido vinculado con delitos de tráfico de drogas y armas, así como con la explotación de inmigrantes venezolanos. En Colombia y Ecuador, su presencia se ha asociado con extorsiones y asesinatos selectivos. En Perú, esta mafia ha encontrado terreno fértil para expandir sus operaciones, aprovechando la crisis migratoria venezolana.
En Estados Unidos, aunque su presencia no es tan visible, las autoridades han detectado células que operan en la trata de personas y el tráfico de drogas. La capacidad de esta organización para adaptarse y expandirse la convierte en una amenaza significativa para la seguridad regional.
Ante esta situación, las autoridades mexicanas enfrentan un desafío monumental en su lucha contra El Tren de Aragua. La complejidad y la violencia de esta organización requieren una respuesta coordinada y contundente. Los recientes operativos que han llevado a la captura de algunos de sus miembros son un paso en la dirección correcta, pero queda mucho por hacer.
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