¿Quién mató a Shocker?: una película sobre la vida y adicciones del luchador mexicano

El mundo de la lucha libre mexicana está lleno de leyendas, pero pocas son tan controvertidas y admiradas como Shocker. Conocido como "El 1000% Guapo", Yair Rodríguez, ha sido uno de los luchadores más destacados de su generación, gracias a su inigualable estilo de pelea. Sin embargo, también ha sido objeto de fuertes críticas, principalmente debido a las polémicas que lo han rodeado a lo largo de su vida.

La historia de su ascenso, sus caídas y su lucha personal fue retratada en el documental ¿Quién mató a Shocker? dirigido por Alejandro Carper. La película no solo presenta una mirada íntima de su vida como luchador, sino también de las batallas internas que ha enfrentado fuera del ring.

Con respeto y empatía, el director ofrece una radiografía de los momentos clave que marcaron la vida del luchador:

Su paso por el ejército en Estados Unidos, su relación con su madre, la cantante Sanjuana Reyna, y su padre, el también luchador Rubén "Pato" Soria; su ascenso a la fama; el día en que perdió su máscara contra Mr. Niebla; su resurgimiento como "El 1000% Guapo"; su momento de gloria; la operación de sus mandíbula y los problemas de adicción que lo llevaron a tocar fondo.

Uno de los aciertos de la película es que se aleja de las polémicas y el morbo para presentar, con mucha honestidad, testimonios y facetas de Shocker que quizás antes no se conocían. El luchador se muestra en completa vulnerabilidad, lo que permite al espectador conectar con su lado más humano, entendiendo no solo sus triunfos en el ring, sino también las batallas personales que ha librado fuera de él.

Este enfoque íntimo y honesto transforma la narrativa en algo más profundo, ofreciendo una perspectiva que trasciende el espectáculo y revela la complejidad de la persona detrás del personaje.

¿Quién mató a Shocker?

El documental fue presentado en el festival DocsMX, donde la recepción fue muy positiva. Según Carper, el público estaba compuesto por tres grupos principales: personas que no sabían nada sobre lucha libre, aficionados que conocían a Shocker superficialmente, y por último, los fans incondicionales del luchador. Este enfoque permitió que la película resonara con una variedad de espectadores, quienes vieron en Shocker a una figura compleja y humana.

El estreno, sin embargo, fue discreto. Carper explica, en entrevista exclusiva con Quinto Poder que, debido a la situación personal de Yair, quien actualmente se encuentra en rehabilitación, decidieron no hacer una promoción extensa. "El verdadero triunfo será cuando él esté recuperado y pueda disfrutar de su éxito", comenta, subrayando que la salud de Shocker es lo más importante en este momento.

"Nosotros siempre tratamos de humanizar y de generar dos retratos entre lo que es Schoker y Yair y sus contrastes tan grandes que tiene. Eso generó buenos comentarios en el público, la verdad y eso nos hace estar muy felices", comentó en la entrevista.

La dualidad entre Yair y Shocker

Carper no oculta su admiración por Yair, el hombre detrás de Shocker, y destaca lo inusual de su éxito sin una máscara, algo prácticamente inédito en el mundo de la lucha libre. "Es un personaje que no deja indiferente a nadie. O lo amas o lo odias, pero no puedes ignorarlo", dice el director. Esto es lo que llevó a Carper a querer contar su historia, no desde un punto de vista "oficialista", sino buscando reflejar los contrastes que definen al luchador y a la persona detrás del personaje.

Uno de los aspectos mejor trabajados del documental es la dualidad entre Yair y su alter ego, Shocker. Carper menciona que Yair ve a Shocker como un ente completamente separado de sí mismo. En el ring es Shocker, pero fuera de él, vuelve a ser Yair. Sin embargo, esa línea entre los dos comienza a desdibujarse con los años, a tal punto que a veces es difícil saber quién es quién. 

"Shocker tiene unas cosas respecto a su personalidad en personaje, es soberbio mamón, pero al mismo tiempo agradable, te cae bien, es una persona muy vulnerable, muy sensible, empática, respetuosa, para mí el hecho de que esas dos personas convivan me parece alucinante", dijo.

"Creo que así lo ha manejado desde que empezó su carrera Shocker como este alter ego, esta construcción de un personaje [...] se sube al ring y se vuelve Shocker se baja del ring y vuelve a ser Yair entonces para mí eso es algo que fue construyendo y puliendo con los años hasta un punto en el que a veces se le puede salir de las manos", señaló.

El título del documental refleja este conflicto. Inicialmente concebido como una pregunta abierta sobre el gran regreso del luchador tras una operación de mandíbula, sin embargo, debido a la pandemia y otros problemas, el título tomó un significado más sombrío, sobre todo a raíz de los escándalos personales que han marcado la vida de Yair en los últimos años. "Parece que el personaje está muerto o agonizando", admite Carper, pero aclara que la pregunta sigue abierta, invitando al público a sacar sus propias conclusiones.

El luchador sin máscaras

El proceso de filmación comenzó en 2019, con grabaciones en la Arena México y en el puesto de tacos de Shocker, llamado Taco Shock. Carper destaca cómo, al principio, Yair cuidaba mucho su imagen, incluso pidiendo que no lo grabaran fumando. Sin embargo, con el tiempo, la relación entre director y protagonista se fue profundizando, permitiendo una mayor honestidad y vulnerabilidad ante la cámara.

La película no solo aborda la vida de Yair como luchador, sino su etapa en el ejército y también sus problemas personales. Carper conoció a la familia de Yair y descubrió que tanto su madre como su padre fueron figuras públicas en algún momento, pero que sus carreras se estancaron, lo que los llevó a enfrentar problemas como el alcoholismo y las dificultades económicas en Estados Unidos.

"Cuando la película ya no iba a suceder como esperábamos tuvimos que replantearnos. Entonces conocí a su familia, estuve ahí como con ellos construyendo un poco el contexto, y ¿qué pasa? Que cuando te adentras te das cuenta que hay una historia ahí súper compleja y súper maravillosa. Saber que su mamá fue una figura pública, que su papá fue una figura pública, que ambos tuvieron carreras más o menos ahí destacadas, pero que en algún momento sus carreras estancan, se van a Estados Unidos, ya no hacen absolutamente nada que tenga que ver con la farándula y eso les empieza a generar como giro en cuestión de alcoholismo, de crisis económicas, de peleas en casa, él va al ejército, o sea, hay un montón de matices atrás que van construyendo eso qué sucede", dijo.

Uno de los mayores logros del director fue conseguir que Yair hablara abiertamente sobre sus adicciones, algo que nunca había hecho de manera tan franca. Aunque el luchador había dado entrevistas antes, estas siempre se enfocaban en lo sensacionalista. En cambio, el documental trata estos temas con respeto, buscando humanizar a Yair y mostrar la gravedad de su situación sin caer en el morbo.

"Él confió totalmente en la película desde el día uno, y nos dio la confianza al punto de que, quizás en el camino de algunas entrevistas, pero esta fue la primera vez que habló directamente de sus adicciones, de sus drogas, de sus traumas, de sus vacíos, hubo algunas entrevistas que dio para televisión, pero siempre como priorizando el morbo o la nota o las cosas que necesita la televisión y nosotros siempre tratamos de ser muy cuidadosos en como contábamos las cosas y que tenía que salir y si tenía que salir por qué razón", dijo.

"Ya hacia el final de la peli, sobre sus escándalos, hay tantos escándalos de él que podríamos elegir y que si entras a Twitter te vas a encontrar 10 o 15 vídeos o fotos más fuertes de lo que se ve en la película. Entonces tratar con respeto y entender, estamos viendo a una persona mermada física y mentalmente por las adicciones y por el alcoholismo y por muchos problemas más complejos, no necesitamos poner todo, que el público vea que lo que pusimos fue mucho respeto y también con autorización de él", indicó.

Finalmente, Carper concluye que el documental no busca ser una biografía oficial de Shocker, sino más bien una exploración de los momentos clave que marcaron su vida. La intención es generar empatía con Yair, recordando al público que, aunque es una figura pública, sus luchas internas son las mismas que muchos enfrentan en su día a día.

"Siempre voy a estar agradecido con él porque me dio la confianza de contar su película, yo no estoy contando una película biográfica de su vida, no me detengo a decir 'en este año ganó la cabellera de tal, en este año ganó la máscara de tal y mira ganó esta copa', no, voy sobre momentos específicos que creo que marcaron su vida. Al final se busca generar empatía con Yair y de saber que esto nos puede pasar a cualquiera, que son temas de la vida diaria", finalizó.

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