EE.UU. lanza alerta global tras ataques a Irán: temen represalias en todo el mundo

El conflicto desatado por el bombardeo de Estados Unidos a las instalaciones nucleares de Irán provocó un movimiento sin precedentes en el aparato diplomático estadounidense. El Departamento de Estado emitió este domingo una alerta de seguridad mundial, en la que pide a sus ciudadanos extremar precauciones durante sus viajes internacionales, ante el riesgo de ataques, manifestaciones y disturbios dirigidos contra intereses estadounidenses en el extranjero.

La advertencia aparece publicada en el sitio oficial del Departamento de Estado y confirma el temor de Washington a una respuesta violenta y en cadena por parte de Teherán y sus aliados. La medida también responde a la interrupción del tránsito aéreo y al cierre del espacio aéreo en varios países de Medio Oriente, como resultado directo de la ofensiva militar.

Evacuaciones, cierres y personal diplomático en retirada

Tras la operación militar —que incluyó bombarderos B-2 y misiles Tomahawk contra Fordow, Natanz e Isfahán—, el gobierno de Donald Trump duplicó los vuelos de evacuación desde Israel hacia Europa y ordenó la salida del personal no esencial en zonas de riesgo como Líbano, Arabia Saudita y Turquía.

La embajada de EE.UU. en Beirut evacuó a familiares y empleados debido a una "situación de seguridad volátil e impredecible". En Riad, las autoridades advirtieron a los ciudadanos estadounidenses que eviten instalaciones militares, y en Turquía, se restringieron los desplazamientos hacia la base aérea de Incirlik, clave en las operaciones de la OTAN.

De acuerdo con la agencia AP, más de 7,900 ciudadanos estadounidenses solicitaron ayuda para salir de Israel, y más de 1,000 desde Irán, donde EE.UU. no tiene representación diplomática. Solo el sábado, 67 estadounidenses fueron evacuados a Atenas, aunque tres vuelos fueron cancelados por restricciones aéreas. Se espera la salida de al menos ocho vuelos más en los próximos días.

Trump sugiere cambio de régimen en Irán

Lejos de calmar los ánimos, el presidente Donald Trump alimentó la retórica confrontativa. En su red social Truth Social, publicó:

"No es políticamente correcto utilizar el término ´cambio de régimen´, pero si el actual régimen iraní es incapaz de HACER QUE IRÁN VUELVA A SER GRANDE, ¿por qué no habría un cambio de régimen? ¡MIGA!"

El acrónimo "MIGA", un guiño a su lema de campaña "Make America Great Again", fue reinterpretado esta vez como "Make Iran Great Again", dejando abierta la posibilidad de presionar públicamente por una transformación interna del régimen iraní.

Irán promete represalias: "Los estadounidenses deben recibir una respuesta"

El presidente iraní, Masud Pezeshkian, no tardó en responder. En una conversación con el mandatario francés Emmanuel Macron, calificó el ataque como una agresión directa y aseguró:

"Los estadounidenses deben recibir una respuesta por su agresión".

Las declaraciones de Pezeshkian, difundidas por la agencia estatal IRNA, representan la primera postura oficial del gobierno iraní tras la ofensiva estadounidense del sábado por la noche. Aunque no se han confirmado acciones militares inmediatas, el mensaje eleva el tono del conflicto y anticipa un escenario de represalias en múltiples frentes.

ONU condena los ataques: "Corremos el riesgo de una espiral de represalias"

En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó su profunda preocupación por el rumbo de los acontecimientos:

"El bombardeo de instalaciones nucleares iraníes por parte de Estados Unidos marca un giro peligroso en una región que ya está en crisis".

Guterres lamentó que su llamado previo a la paz fuera ignorado y advirtió sobre el riesgo de un ciclo sin fin de confrontaciones:

"Los pueblos de la región no pueden soportar otro ciclo de destrucción. Y, sin embargo, ahora corremos el riesgo de descender en una espiral interminable de represalias".

Mientras las tensiones entre Estados Unidos e Irán alcanzan un nuevo punto crítico tras los recientes bombardeos a instalaciones nucleares en Fordow, Natanz e Isfahán, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México lanzó un llamado urgente al diálogo por la paz y exhortó a las naciones involucradas a evitar una escalada mayor del conflicto.

"Reiteramos nuestro exhorto a desescalar las tensiones en la región. La restauración de la convivencia pacífica entre los Estados de la región es la mayor prioridad", señaló la Cancillería a través de un comunicado en redes sociales, donde subrayó el compromiso constitucional de México con la vía diplomática.

Sheinbaum: "No hay futuro en la destrucción, sino en la fraternidad"

La presidenta Claudia Sheinbaum sumó su voz al mensaje diplomático. Citando al papa Francisco, señaló:

"La guerra es el mayor fracaso de la humanidad. No hay futuro en la destrucción sino en la fraternidad. La paz no es solo ausencia de guerra, es la construcción de la justicia".

Sheinbaum recordó que el artículo 89, fracción X de la Constitución mexicana establece los principios rectores de la política exterior del país:

"La autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, la proscripción del uso de la fuerza, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación para el desarrollo, los derechos humanos y la lucha por la paz".

En su mensaje, agregó que "México será siempre factor de paz" y pidió que sea la Organización de las Naciones Unidas quien convoque con urgencia a un proceso de conciliación:

"Naciones Unidas debe ser hoy más que nunca la institución que llame a la construcción de la paz".

México refuerza protección consular en zona de conflicto

Más allá de la postura política, la SRE también informó que se encuentra en alerta permanente para brindar asistencia consular a los ciudadanos mexicanos que residen o transitan por Irán y otros países cercanos al conflicto.

"Nuestras embajadas permanecen atentas y en permanente contacto con las y los connacionales que residen o transitan en la región para auxiliarles y brindarles la mayor atención consular posible", expresó la dependencia.

Como parte de estas acciones, se han activado líneas de emergencia en las embajadas de México en Irán, Israel, Jordania, Líbano y Egipto, para proporcionar información, atención consular y apoyo logístico en caso de ser necesario.

Embajadas en alerta: estos son los números de emergencia

Para facilitar el contacto con las autoridades mexicanas, la SRE publicó los números telefónicos disponibles en cada país de la región:

• Embajada de México en Irán: +98 912 122 4463

• Embajada de México en Israel: 054 316 6717

• Embajada de México en Jordania: 077 800 0494

• Embajada de México en Líbano: 030 44598

• Embajada de México en Egipto: +20 109 326 9490

La Cancillería también recordó la importancia de que las personas mexicanas se registren en el Sistema de Registro para Mexicanos en el Exterior (SIRME) y consulten de forma constante las redes oficiales para obtener información actualizada.

Ante la incertidumbre provocada por los ataques de Estados Unidos —confirmados por el presidente Donald Trump como parte de una ofensiva conjunta con Israel—, la SRE destacó que su prioridad sigue siendo la protección de la integridad y derechos de las y los mexicanos en Medio Oriente.

El ataque de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes no solo encendió las alarmas geopolíticas: también reactivó el miedo a una crisis energética global. En respuesta al bombardeo, el Parlamento de Irán propuso cerrar el estrecho de Ormuz, el corredor marítimo por donde circula casi una quinta parte del petróleo mundial. Aunque la decisión final dependerá del líder supremo, Alí Khamenei, la amenaza ya tiene efectos en los mercados.

"La Cámara ha alcanzado la conclusión de que hay que cerrar el estrecho, pero la decisión recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional", declaró el general Esmaeil Kousari, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional, en televisión estatal. La iniciativa, respaldada por la Asamblea Consultiva Islámica, representa una señal clara de que Teherán no piensa quedarse de brazos cruzados.

¿Qué pasa si Irán cumple la amenaza?

El estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el mar Arábigo, y es la única salida al océano para países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak y Kuwait. Cualquier intento de bloquear esta vía impactaría de inmediato en los precios del crudo. Según el profesor Ramanan Krishnamoorti, citado por ABC News, una interrupción total elevaría el precio del barril Brent a 120 dólares, y si el conflicto se intensifica, podría superar el récord de 150 dólares alcanzado en 2008.

Los consumidores estadounidenses ya están viendo las consecuencias. De acuerdo con GasBuddy, el precio promedio nacional del galón de gasolina llegó a 3.19 dólares, con aumentos en 49 de los 50 estados. Analistas como Patrick de Haan estiman que, de continuar la tendencia, el galón podría alcanzar 3.40 dólares en las próximas semanas, y si la crisis se agrava, incluso superar los 5 dólares.

El índice Brent Crude subió 11% solo en la última semana, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), principal referencia en EE.UU., escaló más de 20% en lo que va de junio. Para los expertos, esto es solo el inicio de una escalada que dependerá de la respuesta iraní.

Una economía mundial pendiente de una decisión en Teherán

Aunque Irán depende fuertemente de los ingresos petroleros —con 3.3 millones de barriles diarios bombeados y 1.7 millones exportados—, el cierre del estrecho también golpearía su economía. Aun así, el régimen podría usar esta jugada como arma geopolítica, afectando tanto a sus enemigos como a sus socios comerciales.

"La incertidumbre sobre la duración y la intensidad del conflicto puede motivar el acaparamiento o la compra preventiva de crudo", advirtió Greg Kennedy, investigador en King´s College London. Esto solo aumentaría la presión sobre los precios y aceleraría la inflación en múltiples países.

En paralelo al conflicto directo, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció nuevas sanciones contra el grupo Ansarallah (Hutíes), que según Washington opera con respaldo iraní en el Mar Rojo. El objetivo: frenar el contrabando de petróleo y cortar vías de financiamiento regional. Sin embargo, estos movimientos también podrían provocar más tensiones logísticas en el suministro global.

Con el estrecho de Ormuz en juego, el conflicto entre EE.UU. e Irán podría alterar de forma radical los precios del petróleo y de la gasolina en todo el mundo. Si Teherán cierra el paso, el impacto será inmediato en los bolsillos de los consumidores, los gobiernos y las industrias. La energía volvió a ser un campo de batalla.