- 29 de octubre de 2024
Tras la detención de García Luna, varias figuras importantes del Partido Acción Nacional (PAN) han perdido credibilidad
El Partido Acción Nacional (PAN), una de las fuerzas políticas tradicionales en México, enfrenta un deterioro en su imagen y credibilidad; luego de décadas en las que el PAN abanderaba valores como la transparencia, el respeto a las instituciones y la lucha contra la corrupción, se encuentra en un momento crítico debido a diversos escándalos que han socavado la confianza pública en el partido.
Uno de los eventos que marcó este declive fue la detención de Genaro García Luna en 2019 en Estados Unidos, acusado de nexos con el crimen organizado, específicamente por recibir sobornos de parte del Cártel de Sinaloa.
Esta acusación ha tenido un impacto particularmente grave en el PAN, pues García Luna fue secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, presidente de México por el PAN entre 2006 y 2012.
El vínculo con Calderón y el daño a la imagen del PAN
Durante el mandato de Calderón, la estrategia de combate al narcotráfico fue una de sus principales políticas; su "guerra contra el narco" dejó un saldo de violencia que transformó la dinámica de seguridad del país.
Genaro García Luna fue el artífice de esa estrategia y el encargado de liderar las instituciones de seguridad, sin embargo, las acusaciones de que García Luna estaba vinculado con el crimen organizado ponen en entredicho la transparencia y legitimidad de aquella política.
Aunque Calderón ha negado consistentemente cualquier conocimiento sobre estos presuntos nexos, la percepción pública se ha inclinado a cuestionar la integridad del expresidente y del PAN en general.
Impacto político y futuro del PAN: el declive y la credibilidad
A nivel nacional, el partido ha perdido fuerza y enfrentado crisis internas, con un electorado que se muestra más escéptico respecto a sus valores y su compromiso con la legalidad y la ética.
Este escándalo ha llevado al PAN a revaluar sus figuras y políticas, aunque persisten divisiones internas sobre cómo enfrentar este reto. Algunos miembros del partido han instado a una renovación profunda, mientras que otros defienden las políticas implementadas durante la administración de Calderón.