Caos en el Senado: Así fue el portazo de los opositores a la reforma judicial | VIDEOS

Cientos de manifestantes, en su mayoría empleados del Poder Judicial, rompieron el cerco de seguridad y entraron al Senado de la República, interrumpiendo la sesión en la que se debatía la controvertida reforma judicial. Lo que comenzó como una protesta pacífica se transformó en una irrupción masiva que obligó a suspender las actividades legislativas, marcando un punto crítico en el enfrentamiento entre los trabajadores del Poder Judicial y el gobierno.

Un grupo de manifestantes que se encontraba en plantón desde hace varios días frente al Senado en Paseo de la Reforma, decidió tomar acciones más radicales. A pesar de que durante la semana habían expresado su disposición a permitir que los legisladores ingresaron para debatir, el clima de frustración y enojo se intensificó cuando se anunció que se llevaría a cabo la votación sobre la reforma judicial.

Cerca del 30% de los manifestantes que se encontraban en la protesta decidieron actuar. Con pancartas, matracas y cornetas, los manifestantes forzaron su entrada al recinto legislativo, generando caos al interior. La sesión del Senado, que ya había comenzado, fue suspendida de inmediato en cuanto los primeros manifestantes lograron irrumpir en el salón del Pleno.

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Al grito de "¡No a la reforma!", los manifestantes recorrieron los pasillos del Senado, extendiendo una gran bandera a lo largo del patio del federalismo y ocupando el salón del Pleno. Los gritos y consignas no se hicieron esperar. "En donde están, en dónde están, los senadores que nos iban a escuchar", coreaban mientras avanzaban hacia las distintas áreas del recinto.

Los trabajadores del PJ han expresado de manera constante su rechazo a la reforma, argumentando que representa un ataque a la independencia del poder y pone en riesgo la estabilidad laboral de miles de empleados. Durante la manifestación, se escucharon consignas en apoyo a la oposición, mostrado su desacuerdo con la reforma. Cada vez que un senador de la oposición subía a la tribuna, los manifestantes gritaban: "¡Ese senador sí me representa!".

La protesta frente al Senado se había mantenido sin incidentes mayores desde la semana pasada, pero la tensión era palpable. Por la mañana, los manifestantes siguieron de cerca la primera sesión del día a través de una pantalla gigante, donde se leía el dictamen de la reforma en primera lectura. Sin embargo, la paciencia se agotó conforme avanzaba la tarde y se aproximaba la hora de la votación.

Aunque la irrupción fue repentina, no fue completamente inesperada. Los manifestantes habían advertido en varias ocasiones que no permitirían la aprobación de una reforma que, según ellos, busca debilitar al Poder Judicial y centralizar aún más el poder en el Ejecutivo.

El Senado reacciona: suspensión de la sesión y medidas de seguridad

Tras el ingreso de los manifestantes, el presidente de la Mesa Directiva del Senado decidió suspender la sesión de manera indefinida. Mientras tanto, el personal de seguridad del Senado se apresuraba a proteger las entradas para evitar que más manifestantes ingresaran al recinto. En una maniobra inesperada, utilizaron agua con jabón y extintores para dificultar el acceso a los que aún se encontraban afuera.

Dentro del Senado, los manifestantes que lograron entrar continuaron recorriendo diversas áreas del edificio, mientras que afuera, la mayoría de los trabajadores judiciales seguían coreando consignas y exigiendo que se detuviera la reforma. La presencia de las fuerzas de seguridad aumentó, y aunque no se reportaron enfrentamientos violentos graves, la tensión se mantuvo alta durante varias horas.

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La reforma judicial en el centro del conflicto 

La reforma judicial que se encuentra bajo discusión ha sido objeto de intensos debates y controversias en los últimos meses. El gobierno la ha promovido como un paso necesario para garantizar la eficiencia y transparencia en el Poder Judicial. Sin embargo, los críticos de la medida, entre ellos numerosos jueces, magistrados y empleados judiciales, argumentan que esta reforma amenaza la independencia de la justicia y debilita el sistema de contrapesos entre los poderes del Estado.

Uno de los puntos más controversiales de la reforma es la reestructuración del Consejo de la Judicatura Federal, lo que, según los manifestantes, permitiría una mayor injerencia del Poder Ejecutivo en las decisiones judiciales. Además, los trabajadores judiciales temen que esta reforma abra la puerta a recortes laborales y a una mayor precarización de sus condiciones de trabajo.

Un conflicto que no cede

El plantón de los trabajadores del Poder Judicial frente al Senado es solo una parte de las numerosas protestas que se han desarrollado en todo el país en las últimas semanas. En varias ciudades, jueces, magistrados y empleados judiciales han salido a las calles para manifestar su rechazo a la reforma, en lo que muchos consideran una lucha por la supervivencia de la independencia judicial en México.

A medida que se intensifica el conflicto, algunos analistas advierten que la situación podría derivar en una crisis institucional si no se llega a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Por ahora, el gobierno ha mantenido su postura firme a favor de la reforma, mientras que los manifestantes no muestran señales de ceder en su lucha.

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