- 13 de septiembre de 2024
A raíz de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avaló el uso lúdico de la marihuana, la Arquidiócesis Primada de México solicitó a los legisladores que piensen en las familias y los menores de edad antes de emitir cualquier fallo. Declararon que el narcótico generará una esclavitud de consumo.
La Arquidiócesis Primada de México emitió su postura con respecto a la despenalización del uso lúdico de la marihuana, aprobada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el pasado 28 de junio; pidió a los diputados reconsiderar el fallo emitido por el máximo órgano judicial.
A través de un editorial en el semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis Primada de México solicitó a los legisladores que "piensen en el bien común y en el bien de los menores de edad" cuando en el periodo de sesiones debaten respecto al tema.
"Lo principal es no estar sujetos a pasiones o vicios que nos aten, y nos conviertan en esclavos", opinó la Iglesia mexicana en el editorial titulado '¿La mariguana desarrolla la personalidad?', donde trata de hacer una réplica sobre los puntos presentados por la SCJN.
Más adelante, la Arquidiócesis Primada de México califica que el uso de la marihuana (así como de cualquier estupefaciente) terminan "dominando al consumidor y destruyendo a las familias", por lo que piden al Congreso no regular el uso lúdico.
Declaró que la resolución de la SCJN está a favor de una "personalidad sintética" y que terminará haciéndose "autodestructiva" tras el consumo de la marihuana. "Cualquier adicción es un hábito nocivo", concluyó la Arquidiócesis.
Por el momento, el dictamen que busca legalizar el uso lúdico de la marihuana se encuentra detenido en el Congreso: el pasado 10 de marzo, la también llamada Cámara Baja hizo una serie de modificaciones para enviarlo al Senado de la República, donde tampoco se ratificaron los cambios el pasado 30 de abril.
En el proyecto original, a cada consumidor se le permitía portar hasta 28 gramos, así como obtener licencias para cultivar hasta ocho plantas en casa, sin que fuera considerado como narcomenudeo. También buscaba impulsar a las empresas que se dedican a comercializar productos con marihuana y cáñamo.
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