- 15 de agosto de 2025
Mark Anthony Kirby, de 34 años, falleció una semana después de la mordedura de la araña que había adquirido como mascota.

Un hombre de 34 años murió tras ser mordido por una araña que había adquirido como mascota semanas antes a través de internet. La víctima, identificada como Mark Anthony Kirby, murió una semana después de recibir el ataque.
Los hechos ocurrieron el 2 de agosto. Según familiares, Mark presentó desde ese momento síntomas inusuales: temperatura fluctuante, dolores en las extremidades y dificultad para respirar. La familia relató que el hombre no acudió de inmediato a un hospital, lo que complicó su estado de salud.
Mark Anthony Kirby era padre de dos hijos y tenía una fascinación particular por las arañas. Su expareja y su hermana explicaron que la compra de la araña venenosa respondía a un interés personal: "él tenía un miedo a los insectos y superar esa fase le parecía emocionante", comentaron.

Intentos de auxilio
Su familia intentó ayudarlo cuando los síntomas empeoraron. Kayleigh Gill, expareja de Mark, explicó que inicialmente no tomaron en serio la situación, pues él estaba "haciendo bromas" durante una comida familiar. Al regresar a casa, los síntomas se intensificaron y Kat llamó al 911 para solicitar ayuda.
Sin embargo, durante la llegada de los equipos de emergencia, Mark sufrió un desmayo al no poder respirar correctamente. Los paramédicos intentaron reanimarlo, pero llegó sin signos vitales.
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Despedida y recuerdos
La familia recordó a Mark como un hombre cariñoso, sociable y divertido. Kayleigh aseguró:
"Fue un padre brillante para nuestros dos hijos y siempre fue el alma de la fiesta".
También reveló que él había comprado unas cinco arañas por internet y que su obsesión con estos animales era parte de su personalidad. Aseguró que buscaba compañía y desafío personal al enfrentarse a sus miedos, y que ahora priorizaba a sus hijos.

Aunque la familia apunta a la mordedura como la causa principal de la muerte, la autopsia aún no se ha completado. Kayleigh señaló que este tipo de arañas requiere licencias especiales y reiteró la importancia de tomar precauciones: "le insistía en el cuidado pues eran buenos amigos".
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