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Ser madre a los 45 años: ¿En qué consiste la nueva tendencia y cuáles son las ventajas y desventajas?
Si bien esta tendencia está en aumento, es fundamental que las mujeres tomen decisiones informadas y cuenten con un seguimiento médico adecuado durante el embarazo.
La maternidad es un tema que inquieta y apasiona a muchas mujeres, y cada vez más están optando por ser madres a los 45 años. Aunque esta elección puede haber sido sorprendente en el pasado, en la sociedad actual se ha vuelto más común. Incluso celebridades como Eva Mendes, Salma Hayek, Celine Dion, Naomi Watts, Halle Berry y Kourtney Kardashian han elegido la maternidad después de los 40.
Para muchas mujeres que optan por ser madres a los 45 años, el camino hacia la maternidad involucra el uso de técnicas de reproducción asistida, como la ovodonación. Según el Dr. Ernesto Bosch, un ginecólogo especializado en reproducción, en clínicas de España, el 9% de los ciclos de fertilidad realizados entre 2015 y 2019 fueron a pacientes mayores de 45 años, lo que representa un aumento del 40% en los últimos 5 años. Esto demuestra que la maternidad a esta edad está en aumento, y la ovodonación es una opción popular en estos casos.
Sin embargo, ser madre a los 45 años también conlleva desafíos y riesgos médicos importantes. Las mujeres en esta etapa de la vida son más propensas a complicaciones médicas durante el embarazo, como hipertensión arterial y diabetes gestacional, lo que puede afectar tanto a la madre como al bebé. Además, el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer es mayor en estos casos.
El seguimiento del embarazo a los 45 años debe ser mas estrecho, prestando especial atención al control de la tensión arterial y la glucemia, y anticipándose a cualquier signo de amenaza de parto prematuro. También es crucial que las mujeres estén en buena forma física antes y durante el embarazo, ya que la gestación y la crianza requieren un esfuerzo físico significativo.
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La psicóloga Ana Heredia señala que muchas mujeres eligen ser madres a los 45 años debido a la búsqueda de estabilidad en diferentes aspectos de sus vidas, como la estabilidad laboral, económica y de pareja. Las dificultades para lograr esta estabilidad retrasan la decisión de ser madres. Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística, muchas mujeres tienen hijos aproximadamente 5 años más tarde de lo que desean debido a estas razones.
A pesar de los desafíos, la maternidad tardía también tiene sus ventajas. Las mujeres que toman esta decisión suelen haber alcanzado un momento de plena madurez emocional y disfrutan de una mayor estabilidad económica y de pareja, lo que les permite conciliar mejor su vida laboral y familiar.
Es importante tener en cuenta los riesgos asociados con la maternidad a los 45 años, que incluyen dificultad para quedar embarazada, diabetes gestacional, presión arterial alta, parto prematuro, cesárea y un mayor riesgo de afecciones cromosómicas en los bebés. Si bien esta tendencia está en aumento, es fundamental que las mujeres tomen decisiones informadas y cuenten con un seguimiento médico adecuado durante el embarazo.
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