El niño Cruz murió entre golpes y hambre; ahora su madre tuvo otro bebé en el penal de Santa Martha

Berenice Silva, madre del pequeño Cruz —conocido en redes como Crucito, asesinado brutalmente en octubre de 2024— volvió a ser madre, pero esta vez tras las rejas del penal femenil de Santa Martha Acatitla. La noticia fue revelada por el periodista Carlos Jiménez, quien confirmó que Berenice dio a luz dentro del centro penitenciario, donde se encuentra desde el año pasado acusada de homicidio por omisión.

El bebé nació en prisión; ella sigue bajo proceso

La historia de Berenice no ha dejado de generar indignación. En redes sociales, el reciente nacimiento ha reactivado la conversación sobre el abandono que sufrió su primer hijo, quien murió con signos de tortura y desnutrición, y que, según testigos, era golpeado, castigado y asfixiado por su padrastro, mientras su madre lo permitía.

Fue el 15 de octubre de 2024 cuando la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informó la detención de Berenice Silva por el delito de homicidio, luego de la muerte de su hijo de seis años en la colonia Agrícola Pantitlán. Óscar Reyes, su pareja sentimental, también fue detenido como presunto autor material del asesinato, y actualmente se encuentra vinculado a proceso por homicidio agravado.

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"Su padrastro le pegaba, lo azotaba, lo castigaba y asfixiaba"

La historia de Crucito estremeció a todo el país cuando se filtraron imágenes del menor buscando en la basura algo para comer, y cuando los vecinos documentaron los maltratos que recibía sin que las autoridades intervinieran. "Su padrastro le pegaba, lo azotaba, lo castigaba y asfixiaba", dijeron a Carlos Jiménez, además de que la propia madre también ejercía violencia contra el menor.

A pesar de múltiples denuncias vecinales y de videos difundidos en redes, la respuesta institucional nunca llegó a tiempo. Crucito murió en condiciones de abandono extremo, sin fuerza siquiera para defenderse.

Durante su detención, Berenice ya tenía siete meses de embarazo. El padre del bebé que acaba de nacer es el mismo hombre acusado de matar a Crucito. Nunca lo dejó, incluso después de las denuncias por violencia.

Este dato ha provocado una nueva ola de indignación pública, pues muchas personas consideran incomprensible que una mujer señalada por permitir el maltrato y asesinato de su hijo esté criando ahora a un nuevo bebé dentro del penal.

La situación también plantea preguntas urgentes sobre la responsabilidad del Estado en la protección de la infancia, así como sobre la atención a mujeres víctimas de violencia que luego perpetúan ciclos de abuso.

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