Simuló un asalto tras matarla: Alejandra Judith fue asesinada a apuñaladas por su novio

Alejandra Judith Medina Márquez tenía 22 años. El 16 de mayo fue vista por última vez en una reunión en la colonia Vistas del Norte, en Chihuahua. Se fue acompañada de su novio, Édgar Alonso A. C. Al día siguiente, él apareció en un hospital con heridas menores y una historia que intentaba desviar la atención: dijo que habían sido víctimas de un asalto.

Alegó que unos desconocidos los golpearon, lo hirieron con un arma punzocortante, se llevaron su Nissan Sentra gris... y a su novia.

La versión duró poco. La familia de Alejandra ya había reportado su desaparición y, aunque se activó una ficha de búsqueda, las sospechas recaían en Édgar. Solo un día después, el propio agresor confesó el crimen ante sus padres y se entregó a las autoridades. Reveló la ubicación del cuerpo.

Calcinar el cuerpo: el intento de borrar el crimen

La mañana del 18 de mayo, la Fiscalía General del Estado localizó el automóvil parcialmente incendiado en la colonia Granjas del Valle. En su interior estaba el cuerpo de Alejandra Judith. Tenía dos heridas por arma blanca: una en el cuello y otra en el tórax.

Aunque el agresor intentó deshacerse de la evidencia prendiendo fuego al vehículo, el incendio no consumió todo el coche. El cuerpo no presentaba quemaduras, pero sí tenía hollín en nariz y boca, lo que indica que Alejandra aún respiraba cuando el fuego alcanzó la parte trasera del vehículo.

Las autoridades determinaron, con base en la declaración del propio Édgar, que la relación era conflictiva. Los celos desataron una discusión que escaló hasta convertirse en un asesinato. Tras matarla, Édgar trató de construir un relato falso para encubrirse, pero su coartada no resistió ni 48 horas.

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Sentencia condenatoria: 30 años de prisión por feminicidio

Édgar Alonso A. C. fue vinculado a proceso y sentenciado mediante un juicio abreviado. El juez dictó una condena de 30 años de prisión por el delito de feminicidio. La audiencia se realizó el mismo domingo 18 de mayo, apenas unas horas después del hallazgo del cuerpo.

El caso de Alejandra Judith es uno más en la larga lista de feminicidios que exhiben la violencia que enfrentan las mujeres en México, muchas veces a manos de quienes dicen amarlas. Aquí no hubo desaparición prolongada, ni búsqueda masiva. Hubo una confesión tardía y un intento fallido de encubrimiento. Pero sobre todo, hubo otra vida arrebatada brutalmente.

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